jueves, 4 de febrero de 2016

Cuando la margarita dice si

Hay fortalezas que pueden derribarse de un solo beso, sin necesidad de usar la fuerza.
Así como hay palabras que pueden hacer que de nuevo se levanten esos muros.
Los nuevos tiempos nos hacen pensar que el amor es una batalla que librar, cuando realmente el amor nos hace libre el pensamiento.

Por eso, pídeme una poesía y me quedaré en blanco.
Dame un beso y entonces saldrá sola.

Besos a granel, artesanales, que ninguno sea igual, sin necesidad de cambiar de boca para ello.

Así probablemente terminen naciéndome margaritas en la nuca y no me atreva a arrancar ningún pétalo.
A no ser que te abrace con las piernas y me hagas rodar sobre mí misma, contigo, dejando luego la cama, llena de pétalos.

Y luego, si quieres, podemos perder el tiempo agrupando los pétalos del si y los del no.
Puedo quedarme a pasar el día, la noche o la vida.

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