viernes, 17 de enero de 2014

En tu eco

Eres como burlería 
que rompe ecos al aire,
Y bailo a tu son.
Repico acordes al ritmo de latidos intensos.
Besos nacidos 
desde el fondo de la garganta 
que traga suspiros manchados de soledad.
Y al olvido no le quito el ojo, 
me mata sentirlo cerca.
Roba esperanzas
y poda las ramas secas 
o pudre lo verde.
No te olvides de mi. 
Las ausencias me señalan con el dedo
y con una simple presión en mi frente 
me hunde hacia esa habitación vacía.
Vacía y llena de eco. 
Digo mi nombre para creer que eres tu quien me llama.
Y la pinto de ilusión.
Y al caer la noche 
te espero como esas señoras de chaqueta,
sentadas tiesas para no arrugarse el traje.
Y al final la única que llega es la mañana.

viernes, 3 de enero de 2014

Que te jodan

Que te jodan!! 
Que el alma se moje,
que se arrugue, 
que las planchas sean invierno
y el agua caiga seca del riachuelo.

Que sea hueco el tronco 
del árbol que trepo para verte y se parta, para que no me veas más, 
por no verte, 
por dolerme. 
Y que te jodas.

No ser más tu piedra, 
ni zancadilla ni tropiezo, 
que se allane tu terreno, 
tu vida, una tristeza lineal.
Y que te jodas.

Que las miradas de otros hombres 
sean puñales en tus palabras,
y te atragantes. 
Que sea muda tu rabia, 
que te muerdan los celos 
y no cicatrices con otra.

Y que te jodas.

miércoles, 1 de enero de 2014

Maldita eres

Cuando la realidad golpea de repente, 
como un cubo de agua fría, como un "ya te lo dije" y peor como un "si ya lo sabía".

Cuando el puñetazo te suena familiar y aún así 
sabes que tienes el botiquín lleno de tiritas,
que calmarán hasta el próximo.

Que igualmente la realidad no gasta las emociones, las aparca.

Como el juego de las sillas que juegas, giras,  te ríes del que se queda sin.
Hasta que te toca a ti y te jodes.

Como una duda en el umbral de la puerta pendiente de que salgas de ella y al portazo suena a negativa.
Realidades como prados, como cuchillos, como piedras contra una cristalera, o sea, grandes, peligrosas, cortantes...

Así que deja la tuya bajo la cama, no quiero verla. 
Como esos monstruos que están ahí y mejor no mirar.