martes, 21 de marzo de 2017

Silencio

Recojo mis pestañas de fuego,
y quiero poner en silencio la galaxia.
Habla demasiado.
Como poner el mute a un mal día.
El incendio está controlado pero el monte sigue ardiendo.
Así soy yo fuera del agua.
Los días me pisan los cordones 
pero aún no me atrevo a quitarme los zapatos.
A veces me quedo atrapada entre versos y recuerdos.
Pero prefiero eso a una espada y una pared.
Un mal latido lo tiene cualquiera,
porque corazón tenemos todos.

Al final no me gusta esto 
de dejarme llevar a donde yo quiero ir.
Tú dime, que yo hago.
Tú haz y yo digo.
Tú déjalo todo y entonces voy.
Pero no dices y hago.
No haces y digo.
No lo dejas y aún así voy.

domingo, 19 de marzo de 2017

Entrenada para ser mortal

Tú no has vuelto, tú siempre estuviste.
La que ha vuelto he sido yo.
He desenterrado el hacha de guerra
para cortar el ambiente entre nosotros.

Ha sido perfecto, porque ha vuelto a ser primavera por donde hemos pisado.

Tengo ganas de comerme la hierbabuena 
que te crece de la boca
y compartir el mismo aliento.
Pero primero vengo a sacarte las raíces 
que se han hecho nudo en tu garganta.
Un año de raíces son muchas palabras enredadas, mudas.

Llevo entrenado subir la tapia 
con la que me di varias veces de bruces, buscando tu rastro.
Porque sabía que estabas justo detrás.

También me he entrenado para soportar el peso de tu mirada.
Y para ese abrazo en el que no sé si me estarás odiando o queriendo.

Pero lo quiero, 
quiero ese abrazo que me haga mortal de nuevo, y notar los pinchazos de las agujas, porque pienso cosérmelo otra vez.

jueves, 16 de marzo de 2017

De madera

Cuéntame tu qué es una veta en la madera, 
sino un defecto perfecto, 
como todos los que llevamos nosotros mismos.
Cuéntame qué pasa por tu cabeza 
cuando tus manos acarician esas imperfecciones, 
como viajan tus huellas por cada surco.
Cuéntame tu, 
como sin martillo ni cincel 
sabes dejar la marca perfecta en las vetas de mi alma.
Dime, tu, cómo cegar de serrín un amor hambriento.
Cómo alimentarlo sin astillarlo otra vez.
Cuéntame en qué tablero jugamos sin perder(nos) 
y cuanto tengo que contar,
por haberte matado.

Cuéntamelo todo antes de que arda,
porque tengo preparado un beso de fuego.

martes, 14 de marzo de 2017

Me da igual

Me da igual que ya no me bailes el agua,
muero de ganas de que veas cuando me sube la marea,
Me da igual que me sepas rota de olas,
ahogada por otro,
desconjugada de tiempos imperfectos.
Quiero que sea en mi ombligo donde te reflejes.
Me da igual que tu norte no apunte a mi sur,
que tu viento pueda con otras veletas
y con mi pelo también.
Me da igual la herida del timón incrustado,
del ancla a dos vueltas de mi cuello,
de las velas tapando mis ojos.

Soy oceánica y naufrago cuando quiero.

martes, 7 de marzo de 2017

Invencible

No se trata de llegar a una meta,
o de no probar la derrota.
Se trata de un estado más mental que físico
y de un sentimiento más físico que mental.
Da igual que no lo entiendas, tienes que vivirlo.
Es como ese horizonte que crees que no alcanzarás nunca, 
pero así como te mira el sol cada mañana, 
la respuesta es una piel erizada. 
"No hace falta que me lo expliques 
porque yo también lo he sentido"
Pero tenía que hacerle un poema.

Invencible como cuando miras desde abajo a la cima 
y notas todo el aire en la cara,
como si ya la hubieras subido.
Invencible como cuando el corazón es arritmia,
y las horas no cuadran con el número de latidos.
Como el mecanismo de un reloj sumergible, 
resistente a ese momento oceánico.
Invencible como esa mentira que se traga de una vez
 y no se indigesta nadie.
Invencible porque conseguir un imposible, 
te da una fuerza sin fecha de caducidad.
¿O si?

Mírame

Echo de menos la magia de una mirada, 
la que con mirarte adivina el estado de tu alma.

Luego están las miradas espAciales, 
esas que cuando coinciden con la tuya y chocan, forman una constelación nueva
en el cielo de tu boca.

Y la que quiero conocer y descubrir,
es una mirada íntima,
la que muestras sin saberlo,
lo que llevas debajo de la ropa, 
debajo de la piel, 
de los huesos...

la que eres tú porque hace que te olvides
de que te están mirando.

Así, así quiero que me mires. 

jueves, 2 de marzo de 2017

La luna ya lo sabe

Te espero en los accidentes de mi cuerpo, aunque el accidente es la espera.
Ya no quiero la paja.
Los experimentos propios,
para las ratas de laboratorio
del champú de mi pelo.
Quiero enjabonar tus ideas macabras
entre tu anillo y mi cama.
Yo ya rompí el velo hace tiempo.
Tu reloj y el mío no marcan lo mismo.
El tuyo es el que sigue marcando los tiempos.
El mío contempla el paso de las estaciones.
Por eso hice trampa una vez, 
parándolo en el verano,
pero nadie puede engañar a la luna y sus mareas.
Al final es la que lo sabe todo.
Y sabe que aún recuerdas la suavidad de mis accidentes,
el reflejo de tus ojos en el sudor de mi pecho,
el calor dentro del frío,
la lluvia esperándonos en la calle,
la niebla en tus zapatos,
las lágrimas de día y las sonrisas de noche,
tu resurrección inesperada en invierno,
mi muerte anunciada en verano...

Y todo eso lo sabe porque yo se lo he contado.

miércoles, 1 de marzo de 2017

Tú que me volviste oceánica de un beso,
tanto que cuando entro al mar,
sube la marea.
Tú que hiciste que recogiera hojas secas del suelo e hiciera entre mis pechos toda una primavera.
Tú que en la distancia más invernal,
me dejaste el verano cubriendo mi espalda hasta la siguiente estación.

Y ahora tú de nuevo.
Tú que sin vernos,
me lees los abrazos, el peinado y las sonrisas.
Tú que te guardas mis miedos para que yo no los vea más.
Tú que te callas y los haces tuyos.
Tú.