domingo, 28 de diciembre de 2014

Entre el cielo y el espacio

Voy hacer recuento. Espero que sigan en su sitio las pecas después de querernos.
Las de tus mejillas las quiero haciendo órbita en mis pechos.
El espacio es como los besos, que dan vértigo. De ahí al reflejo de sujetarnos lengua con lengua.
Por eso en el amor, cuanto más miedo y vértigo da, mejor follamos.
Lo que me da miedo es no tener miedos pero no me resisto, eres irresistible.
No sé porqué eres mi "yo no quería" favorito. Somos perfectos en meter la pata y meternos mano a la vez.
Aunque yo quiero las dos.
Y a ti. A ti también te quiero.
Nunca jamás dije, y Peter Pan cambió de país.
Nos volvimos inconscientes como niños corriendo calle abajo.
Tu queriéndome coger.
Yo deseando ser cogida.

Y una vez a solas, maduramos,
(nos) crecimos. Fue como religioso. Tu acabaste crucificado en mi cama y yo adorándote de rodillas.

jueves, 25 de diciembre de 2014

Al amor y su demencia

Amor con descosidos o a retales. Que se rompió en su día y se arregló en el mío. Pero amor.
Con el beso sentido, 
como si lo vivieras en cámara lenta.
Amor con mariposas o cualquier bicho haciendo cosquillas en el estomago o mejor, mas abajo.
Amor de llorar porque si. 
Sin motivo. Los motivos para cuando no te quiera.
Amor de follar en la cama de madrugada y hacer el amor los domingos por la tarde, 
con las migas del desayuno del sábado, que pinchan.
Como cuando acercas tu barbilla a la cara oculta de mi luna.
Amor acertado a pesar de ser el segundo plato, el tercero y a la cama sin postre.
Amor de sofá donde cada uno tiene su sitio: yo encima tuyo y tu sobre mi.
Amor con sabor a misterio, a dudas, a miedo. ¿Me quiere? 
Por eso es amor, por ser incierto a veces.
Amor con error para unos 
convertido en acierto para mi.
Arrollador, intenso, agudo, amplio, grande.

Y doy un trago largo a mi copa de vino, mientras te miro de reojo....

viernes, 19 de diciembre de 2014

Las buenas noches

Ven a darme las buenas noches,
con ese beso de 'como te quiero'.
Tengo el nivel del mimo con aforo ilimitado, ven a verme.
Ven a susurrarme al final del día antes del peso de la madrugada.
Y digo peso porque no sé si vas a venir.
El cielo se tiñe de rosa, 
como esas braguitas que te gusta quitarme.
Luego pasa a violeta, azul, gris, oscuridad. Noche.
¿Vas a venir?
Pienso hacer que duermo, 
que no siento tu aroma.

Llegas en la hora calma de la noche.
Y yo lo que quiero,
es tempestad hasta la madrugada.

martes, 16 de diciembre de 2014

Si no estás

Es irte y ver morir al verano.
El cielo de mi boca se nubla y la lluvia ya no me parece romántica.

Las perchas acogen el peor abrigo para este invierno repentino, la soledad.
No entiendo que a ese sentimiento tan triste le pusieran un nombre tan bonito.

De repente al reloj le cuelgan las manecillas y deja de marcar las horas. Con esa expresión de hombre triste con bigote. 

Un gorrión cae del nido huérfano por culpa de un gato que no maúlla.
La naturaleza se queda tuerta.

Se levanta viento pero no mi falda y mis piernas pierden kilómetros.
Me vuelvo torpe de andares y lenta de pasos. Los tacones tornan mudos.

Mi pelo añora tu aliento y mi boca ya no es fruto prohibido. Es solo fruto. Madura. Y cae.

Yo ya no despego al día, yo lo paso a trompicones. No hay nada interesante que vaya a suceder si no estas cerca. La noche se adelanta y nunca llego a tiempo a las buenas noches. Me duermo en los andares que daré para vernos.

Es irte y es como ver el capítulo de cuando nos conocimos pero al revés. O como cuando estas a punto de morir y ves tu vida pasar.
A mi me pasa eso: es irte y veo a 'mi vida' (tu) pasar.

viernes, 5 de diciembre de 2014

Naturaleza

Te deseo tanto que la humedad me ahoga.
Me vuelvo selva, húmeda y salvaje.
Es como sentir que formo parte del origen de todo, que a la vez no era nada.
Pasamos por todas las estaciones.
No de tren, ese que me arrolle, como la vida.
Sino las que nos hacen ser marea alta y baja, ser calma y tornado.
Pasar frío cuando estas lejos y hacer una fiesta cuando llego a tu verano. Comerte las flores que crecen en mi pelo y enredarte con las raíces de mis piernas.
Suspirar en otoño por la caída de tus besos. 
Oír el eco del crujir de mi espalda, a tus pasos, a mis lamentos.

Seamos lluvia y arrasemos con todo. 
Como esas bocas que se desencajan entre besos y dentelladas.