Porque la R no siempre es de Roma, ni todos los caminos nos llevan allí.
Porque no todo lo que tiene alas
es un ave y no todo el que vuela es libre.
Porque no toda unión hace alianza,
y no toda primera vez es definitiva.
Así que te reto a aceptar ser el último y no el primero con el que hacer todo por primera vez, sino con el que sea la última vez que lo haga.
Ya que ser el último, también te hace único.