lunes, 25 de abril de 2016

Si te fueras

Si ahora te fueras,
me volvería la persona más pequeña del mundo,
dejaría de creer en Dios, 
o peor, en mi.
Y ya no me atrevería a mirar más a la luna.
Lo peor de las discusiones 
es llevarme tu perfume impregnado en mi, porque puedo morir en cualquier momento si se levanta aire.
Tampoco me gusta no verme en tus ojos, es como estar a años luz de ti.
Como esa mirada indiferente mientras esperas a que el semáforo se ponga verde.
Perder de vista tu sonrisa,
sería como apagar de golpe 
todos los faros de la isla.
Si te fueras ahora,
me bebería cada recuerdo tuyo 
con doble de ron y el hielo de mi cama.
Podría morir de pena,
porque a veces un bonito recuerdo
mata pero no engorda.
De ser incendio pasaría a llama,
de oceánica a charco
y de inmortal a pez de acuario.

El cambio climático no sería lo mismo sin nuestros abrazos,
y yo perdería 7 vidas de golpe.
No te vayas nunca,
porque no sé vivir sin escalofríos.

jueves, 21 de abril de 2016

Empezar o acabar

Tengo dos puntos conexos
que inician y terminan en mi corazón.
Están unidos entre sí con un hilo rojo.
Y yo los he anudado con un lazo flojo.
Y a la mínima tensión,
la unión se soltaría.
Llevo a ambos unidos a mi corazón,
como dos globos de helio,
flotando sobre mi cabeza.
Lo que no sabemos ninguno 
es que cuanto más tiempo pasamos unidos, más fuerte se hace el nudo.
Empiezo y acabo las semanas 
'pendiente de un hilo'
Cuando estoy con ella sin él, araño las fibras del hilo, añorando los brazos fuertes de su figura masculina.
Y cuando estoy con él,
tenso el hilo en silencio,
añorando la música de la sonrisa de mi bebe y la fuerza de su débil abrazo.

domingo, 17 de abril de 2016

En mi despensa

Mi clavícula,
o los huecos donde se esconde el próximo verano juntos.
Mi cadera,
oceánica hasta el ahogo,
macetero de semillas,
destino de tus dientes.
Mis ojos,
acantilados unas veces,
hogar otras.
Mis piernas,
envoltorio y lazo de los regalos que te esperan conmigo.
Mi pelo,
costura para todas tus heridas.
Mis pechos,
o el lugar donde pasar nuestros inviernos.

Mi sonrisa o la tuya,
la mía provocada por ti,
la tuya en respuesta a la mía,
la nuestra como el título de todos mis poemas,
o la espada contra los miedos.

jueves, 14 de abril de 2016

El chico de los ojos verdes

El momento más íntimo de una pareja
no es en un desnudo,
es cuando sus miradas hablan.
Hay palabras que desvisten, pero hay miradas que visten los mejores momentos.
Dicen que la mirada es el reflejo del alma, pues tus ojos verdes reflejan que mis ojos marrones quieren que nuestras almas se follen.
La espiritualidad de dos cuerpos desnudos, 
junto a dos mentes vestidas.
Es escandaloso el silencio de nuestras miradas y lo mucho que se están diciendo.
Mis ojos dan instrucción a tus manos, a tu lengua, a tu aliento....
Mi acelerada respiración como respuesta a tu divina paciencia,
obtiene el resultado de dos cuerpos que conectan de nuevo con la ley de gravedad,
y desconectan las miradas
para fundirse en un abrazo.

lunes, 11 de abril de 2016

La droga del alma es la vida. Contigo.

Cierro los ojos y te siento aquí conmigo.
Pero tu cuerpo descansa en tu hogar.
Mi alma en cualquier sitio menos dentro de mi cuerpo.
Siempre fui de alma inquieta,
de mente despierta,
pero de cuerpo dormido.
Y llegas tú y me lo despiertas todo.
Mi corazón que creí indomable 
lo llevas colgado de tu pecho.
Y sonríe con el balanceo de tus andares.
Tú de cuerpo aventurero,
alma profunda y una mente que nada para.
Me elevas la curiosidad a lo más alto de un árbol.
El misterio que te envuelve no es nada al lado de la sorpresa de descubrirte cada día. 
Lo que hoy un beso me despierta,
mañana una sonrisa me mata.
Somos droga. 
Nos drogamos mutuamente.
Yo de ti y no sé cómo.
Tú de mí y aún menos lo sé.
Pero es realmente así.
Pura droga eres que me atrapa,
me eleva,
me hace tropezar,
me hace cosquillas en el coño
y herida en el alma,
me descose los hilos de la armadura
y me bombea a cien el corazón.
Parece una locura pero no lo es.
No es un subir y un bajar.
Locura es la balanza que formamos.
¿Cómo equilibrar tu respiración acelerada, con mi serena mirada,
tú sermón acertado
con mi pataleta interior?
Rásgame las pestañas y córreme el rímel.
Silencia mi pecho, acelera mis labios.
Arquea mi espalda 
y entona la mejor  melodía 
con cada vértebra.
Doma tus pensamientos.
Yo solo tengo que abrir los ojos 
y notar como tu lengua 
dilata mis pupilas,
recogerme el pelo para que aniden tus malos pensamientos,
abrir mi corazón y apretarme los pechos,
cerrar mis piernas y que tu abras los brazos.
Sigamos sintiéndonos y la vida nos hará hueco.