viernes, 29 de septiembre de 2017

Tócame tú

Necesito amor de verdad
y no este sucedáneo de marca blanca.
Necesito lo físico.
Necesito unos brazos que me abracen
y una boca que me bese.
Y no un visel azul que me indique que me has leído o al revés,  
que me deje a la espera mientras la vida pasa.
Te necesito a ti con lo que ya tenemos pero tocándonos.


jueves, 28 de septiembre de 2017

Quiero el cuento de hadas

La putada de cuando te vas de donde no quieres irte,
es que el vuelo salga a tiempo.
Si te vinieras conmigo,
yo sería la que te rescataria a ti. Y no al revés.

Luego me doy cuenta de que estamos viviendo la misma historia
pero no es la misma historia la que estamos viviendo.

La recompensa de cada mañana no es sólo tener tus buenos días,
es reencontrarme con mi propia fe.
No soy inalcanzable, no vuelo tan alto.
Sólo que no me gusta que mis alas rocen con nada.
No he perdido la cuenta de los poemas que escribo.
No me hace falta saber ningún número.
Prácticamente todos son para ti.

Siempre te escribiré
como si aun no te hubiera conquistado,
como si te hubiera perdido,
y como si te tuviera en mi cama todas las noches.
Así que me da igual el final que tenga este cuento.

lunes, 25 de septiembre de 2017

Naturaleza herida

Los animales tienen el don de curar, lamiéndose las heridas.
Yo no quiero que cures mis heridas.
Pero sí te quiero animal,
sí te quiero lamiendo,
si te quiero herida.
No quiero que me lamas ninguna herida,
quiero que estés conmigo mientras cicatriza.

La naturaleza condiciona el comportamiento animal.
La luna, las mareas, las tormentas...
Y yo quiero ser naturaleza para ti.

viernes, 1 de septiembre de 2017

Déjame un sitio

Hazme sitio. A tu lado, lo más cerca que se te ocurra.
Puedo quedarme dormida asomada al precipicio de tus ojos, sin más vértigo que ver que no es a mi a quien miras.
Pero eso ahora no me importa.

Quiero la comodidad del beso de buenas noches antes de ir al dormir,
el refugio de todos los miedos del día,
los suspiros que diste hoy por mi.

No sé cuánto amor puede caber en esta cama, contigo.
Pero lo que si sé es que podría llegar a morir por custodiarlo.
Deja que ocupe mi sitio, creyendo en ti.
Lo sé, siempre nos perseguirá la sombra de la duda, pero para eso te espero por todas las rendijas de luz.
Hazme sitio, que me gusta como abres las sábanas justo ahí donde quieres que lo ocupe.
Déjame ese ratito de abrazo en el que se me nota lo que te necesito conmigo.
Deja que la luna nos abrace toda la noche, que mis sueños los consigo yo abrazada a ti.