y no este sucedáneo de marca blanca.
Necesito lo físico.
Necesito unos brazos que me abracen
y una boca que me bese.
Y no un visel azul que me indique que me has leído o al revés,
Te necesito a ti con lo que ya tenemos pero tocándonos.
Hazme sitio. A tu lado, lo más cerca que se te ocurra.
Puedo quedarme dormida asomada al precipicio de tus ojos, sin más vértigo que ver que no es a mi a quien miras.
Pero eso ahora no me importa.
Quiero la comodidad del beso de buenas noches antes de ir al dormir,
el refugio de todos los miedos del día,
los suspiros que diste hoy por mi.
No sé cuánto amor puede caber en esta cama, contigo.
Pero lo que si sé es que podría llegar a morir por custodiarlo.
Deja que ocupe mi sitio, creyendo en ti.
Lo sé, siempre nos perseguirá la sombra de la duda, pero para eso te espero por todas las rendijas de luz.
Hazme sitio, que me gusta como abres las sábanas justo ahí donde quieres que lo ocupe.
Déjame ese ratito de abrazo en el que se me nota lo que te necesito conmigo.
Deja que la luna nos abrace toda la noche, que mis sueños los consigo yo abrazada a ti.