viernes, 9 de agosto de 2013

Que sube la marea

Mis rizos no tienen sentido
sin tu aliento cerca.
Tu soplido cálido 
no sólo alborota mi melena.
No tengo prisa ninguna:
el Sol quema ahí arriba
y tengo frente a mi
un mar inmenso.

Tengo un remolino en mi cabeza
y no hablo de mis rizos.
Eres como el subir de la marea,
que cuando quiero darme cuenta,
me encuentro enredada en algas.

Vorágine de pensamientos 
que creí que entre mis piernas
estarían resguardados.
Mal escondite para ti.

Y te viste arrastrado por la corriente

3 comentarios: