miércoles, 8 de junio de 2016

La naturaleza de querernos

El ruido del café saliendo,
me sorprende desnuda en medio del salón.
Una carta entre mis manos
y una lágrima de emoción,
se funden con el olor a café.
Y así una mañana cualquiera de martes,
la vuelves especial.
Nacen girasoles en mi pelo
y aunque inunda el sol en ese momento,
todos te buscan a ti.
Me reverdece el alma,
el paso del aire de los suspiros por verte.
El verano ya está aquí y las tormentas ya están lejos.
Tu ausencia me da sed,
así que tendré que esperar a llamarte tan cerca de la boca para notar el sabor de tu nombre,
que oírlo tanta humedad provoca.

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