Café en mano y tú en mi corazón.
Las mañanas van teñidas de silencio, sin embargo te siento en cada rincón de la casa.
Tu perfume todavía en casa invitándome a bailar un vals en medio del salón como una loca,
tu taza con tu boca alrededor,
tus zapatillas descansando en el suelo,
tu pijama aún follando con el mío
y el ruido de las burbujas del acuario al compás del sol entrando por el ventanal.
Pero hay que marcharse y rompo el silencio.
Mis tacones al compás del sol ya en la calle,
mi perfume besando tu taza,
los peces soñando con tus boca,
y el baile lo dejaremos para cuando tú y yo estemos solos.
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