lunes, 30 de marzo de 2015

Hay que saber usar las alas

El viento pone a cada uno en su lugar,
así que es cuestión de tiempo
que sople hacia el lado contrario al que quiero volar, lejos de ti.

Hay sitios que se hicieron para nosotros,
pero nosotros no fuimos elegidos para llegar allí.
Y aún así, nacemos con alas 
y con ganas de usarlas.

Pero si nacemos sin alas, 
¿por qué nos empeñamos en llegar volando a los sueños?
Tenemos dos piernas para llegar más lejos.
Hay más distancia que recorrer con los pies en la tierra,
que cielo arriba sin alas.

Estuvimos en el lugar inadecuado 
y a la hora que no era.
Y aún así volamos.
Volamos muy alto, sin alas, pero volamos.

La caída fue tan grande 
que no fueron los huesos lo que dolió,
fue verme al descubierto
con la coraza fuera de sitio.

La cabeza quiso olvidar pero el corazón lo retenía todo.

Estábamos enamorados
pero nos dijimos no vernos nunca más.
Y fue la mejor manera que tuvimos de despedirnos.

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