miércoles, 7 de enero de 2015

Los malos abrazos

La tristeza es ese animal que camina de puntillas
y que nadie sabe de donde viene.
No es salvaje, ni doméstico
pero con un solo abrazo
se deja atrapar.
A veces, por cualquiera.

Es fácil confundir soledad con tristeza.
La diferencia es que a mi no me pone triste estar sola,
pero cuando estoy triste me siento tan sola.

En ocasiones viene a verme.
Da igual si es de día o de noche.
Debo ser buena compañía porque se le ve a gusto.
Y a mí lo que no me gusta,
es acostumbrarme a sus visitas.
No van más allá de enturbiar el pensamiento.
A veces viene bien y todo.
Si eres fuerte, así como viene, se va.

Y de repente revaloriza los abrazos que recibimos,
dormimos cuando debemos y no cuando nos ensombrece la tristeza.
Sin guiones ni permisos, y si darnos cuenta,
salimos de ella.
Pero nunca estaremos a salvo de recibir de nuevo,
el abrazo inesperado.

2 comentarios:

  1. Me dejas boquiabierta con cada entrada en tu blog, gracias y mil veces gracias.

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  2. Muchisimas gracias a ti. Me gusta mucho saberlo. Encantada de escribir mas, con comentarios así.

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