La importancia tanto de querer,
como a sentirte querida,
hacer sin recibir nada a cambio.
No esperar nada de nadie.
Vencer llena de heridas,
perder pero mirando al frente.
Que a pesar de la tormenta desatada por la mariposa, no siempre unas alas te hacen libre.
Pero sí la fuerza con la que las puedes mover.
Y ahora, desde el filo del precipicio,
deséame suerte.
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