jueves, 23 de octubre de 2014

Lo bonito de las ausencias es que traen poesía.

Mezclar la rabia de no tenerte y el soñar con hacerlo, da como resultado otra noche triste.
Añorar cuando fuiste posesión, 
cuando estuviste, cuando volviste, añorar un fuimos, un somos,
pensar si seremos.

Total, ahora ya, hagamos lo que hagamos, va a dolernos. Así que vamos a querernos hasta la ruina.

Como flojean las lagrimas cuando la pena aprieta.
Qué fácil y ligeras se precipitan sin ni siquiera tener un horizonte al que mirar.
Un apretón al corazón y notar el quebrar de algo grande dentro.
No hace ruido pero ensordece,
no se ve pero pesa,
no está perdido pero duele.

Lágrimas con nombre y con dueño. Como antes las risas, pero al revés.
Como puede enmudecer el amor una boca llena de palabras?

La prudencia en estos casos no debería ser solo un nombre de mujer. 'La Pruden' nos jugó una mala pasada. Y por quedarse en casa lo vio todo y dolió como nunca.

Puede un acantilado no dar vértigo? Pues eso me pasa cuando te miro a los ojos. Es imposible no sentir caer teniendo los pies en la tierra.
Eso me pasa contigo.
Caería mil veces mas si fuera preciso. Soy torpe por naturaleza.
De echo cuanto mas me aprietas la mano, mas miedo tengo de caer.

Morirme de un suspiro puede sonar exagerado. Como sobrevivir a un lunes. Pero suspirar un día entero de ausencias es supervivencia.

Un sin ti teniéndote no. No quiero condena así ni que se le parezca.

Si he de sufrir, que sea por un sin ti pero contigo. 
Por un sin mi por quererte. 
Por un contigo pero para siempre.

No hay comentarios:

Publicar un comentario