miércoles, 1 de enero de 2014

Maldita eres

Cuando la realidad golpea de repente, 
como un cubo de agua fría, como un "ya te lo dije" y peor como un "si ya lo sabía".

Cuando el puñetazo te suena familiar y aún así 
sabes que tienes el botiquín lleno de tiritas,
que calmarán hasta el próximo.

Que igualmente la realidad no gasta las emociones, las aparca.

Como el juego de las sillas que juegas, giras,  te ríes del que se queda sin.
Hasta que te toca a ti y te jodes.

Como una duda en el umbral de la puerta pendiente de que salgas de ella y al portazo suena a negativa.
Realidades como prados, como cuchillos, como piedras contra una cristalera, o sea, grandes, peligrosas, cortantes...

Así que deja la tuya bajo la cama, no quiero verla. 
Como esos monstruos que están ahí y mejor no mirar.

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